Vanity Fair siempre ha tenido una especial debilidad por las listas. Y la de los más elegantes es probablemente la más esperada del año. Habitualmente está copada por miembros de la realeza y millonarios
varios, e incluso por gente que cumple ambas condiciones a la vez. Nada nuevo bajo el sol.
Pero el boom de internet en todo lo que se refiere a la moda: el street style, los blogs de moda y de ropa, y webs que viven del bonitismo en todos sus aspectos, y con un especial protagonismo de la ropa, ha llevado a que el paradigma de la elegancia esté cambiando y la supuesta naturalidad y normalidad de esas fotos (a pesar de que en muchas ocasiones tengan más producción que un editorial de Meisel para Vogue Italia) han llevado a Vanity Fair a crear una lista paralela: la de gente normal, que pude subir su foto a la web de la revista y si consiguen ser lo más votados podrán entrar a formar parte del Olimpo de la elegancia.
Una sección que no es casual que tenga una plantilla tan similar a Pinterest, ya que funciona con un planteaminto muy similiar, y que empieza a ser el modelo para tiendas online de marcas como & Other Stories o Unionmad.