En el mundo de la publicidad hay una máxima con la que estoy muy de acuerdo que dice la mala publicidad no existe, sobre todo si es gratuita.
Y nada mejor para conseguir publicidad gratuita de una campaña de publicidad que un escándalo. O dos. Y es que la que protagoniza Hailee Steinfeld para la temporada Otoño Invierno 11/12 de Miu Miu (obra de Bruce Weber) ya había tenido su cuota de polémica al hacerse pública que iba a estar protagonizada por esta actriz de 14 años por considerar que era demasiado joven para ser imagen de esta marca.
Pero la "UK Advertising Standards Authority", una especia de supertacañones de la publicidad inglesa vuelve a señalar estas dos fotos que ilustran el post por considerar que mostrar a una niña sentada en las vías del tren, algo que consideran temerario, y para más inri llorando es algo que según esta asociación pude llegar a constituir apología del suicidio.
Esta asociación ya había saltado a los periódicos de todo el mundo por otros casos. El último, el de la campaña de Oh Lola! en el que Dakota Fanning se pone el frasco de perfume de Marc Jacobs entre las piernas. Pero anteriormente había considerado que esta campaña de Opium de YSL hacía apología de las drogas, que Julia Roberts y Christy Turlington están demasiado photoshopeadas, que Diesel se dedica a fomentar comportamientos antisociales o Louis Vuitton da a entender que sus bolsos están completamente hechos a mano, por poner algunos ejemplos.
No seré yo la que diga que la publicidad no debe guiarse por unos mínimos criterios éticos, y por supuesto que no todo vale, pero también creo que no se debe tratar a los consumidores (y ciudadanos) como menores de edad o directamente como tontos. Todos somos conscientes de que el photoshop es la herramienta fundamental en cualquier fotografía que se publica y que esos cutis y esas pestañas no existen en la realidad. Todos sabemos que ningún perfume hará que las personas del sexo contrario se desmayen a nuestro paso. Estamos acostumbrados a quejas por mostrar a modelos excesivamente delgadas o por convertir a las mujeres en simple objetos sexuales, pero en casos como el de Miu Miu en mi opinión se hila demasiado fino.
Si todas y cada una de las imagenes que se publican tienen que pasar antes por un filtro del "buen gusto" probablemente nada será publicable y llegará el día en el que todo será aséptico y tremendamente aburrido.
Ahora solo espero que a ninguna de estas asociaciones bienpensantes y que esté de acuerdo con la censura de estas dos imágenes de la campaña de Miu Miu se les de por hacer lo mismo con los cientos de egobloggers que tan aficionadas son a fotografiarse en las vías de tren con posturas malabares en muchos de los casos para que se los cierren porque tendrían un trabajo digno de titanes para recopilar tantísima foto.