lunes, 28 de febrero de 2011

El fin de una era



Febrero se ha convertido por derecho propio en el "mes horribilis" del mundo de la moda. Si el año pasado todos llorábamos la muerte de Alexander McQueen, este que hoy acaba supone el fin de una de las épocas más brillantes que ha vivido la casa Dior.


El pasado viernes, Sidney Toledano, presidente de Dior, anunciaba en un comunicado que "La Casa Dior declara con la mayor firmeza su política de tolerancia cero respecto a cualquier declaración o actitud antisemita o racista" y que Galliano estaba apartado de todas sus funciones en la Maison hasta que se aclare todo el asunto.

Y el asunto en cuestión es que la noche del 24 de febrero, Galliano y "por gentileza" a una borrachera de las que hacen historia insulta gravemente a una pareja que estaba sentada como él en la terraza de la brasserie "La Perle" de Le Marais en París.

Edito: Según Jessica Michault, editora de moda del International Herald Tribune, el vídeo no corresponde al altercado del jueves. Por lo que da a entender que este tipo de comportamiento no era ninguna novedad.

Y gracias a que hoy por hoy todo el mundo tiene una cámara en el móvil y todo debe quedar grabado para la posteridad podemos ver al diseñador de Dior diciéndo un montón de barbaridades: pinchar aquí.

No seré yo la que lo defienda ni justifique sus palabras. Pero no considero que deba ser despedido de su trabajo por ellas. Como bien dice Lucio en su post de ayer nada más sencillo que emitir un comunicado de prensa presentando mil disculpas y enviándolo a rehabilitación (porque dicen por ahí que no solo tienen problemas con el alcohol), y sin embargo ha optado por la vía más polémica y en teoría perjudicial para la marca.

Probablemente dentro de un tiempo empiecen a surgir teorías conspirativas, historias de desencuentros con los jefes y explicaciones a actitudes pero de momento todo es demasiado extraño.

Y es además el fin de una era. Porque sinceramente, no veo a nadie en el panorama actual de la moda que sea capaz de asumir este caramelo envenenado.

jueves, 24 de febrero de 2011

La Meca del pabellón 14

 

Reconozco que formo parte de una secta extraña que divide su calendario en función de dos cosas: Primavera/Verano y Otoño/Invierno. Febrero y septiembre son las fechas que marcan el inicio de los dos bloques en los que se separa el año para mi.

Algunos miembros de esta secta entre los que yo me encuentro, y gracias a que un día decidieron abrir un cuaderno de notas virtual para soltar las cosas que se le pasaban por la cabeza y que nadie de mi entorno real quería oír, les ha sido concedido el privilegio de poder asistir como observadores de excepción a lo más parecido a la Meca del mundo fashion español: el pabellón 14 de IFEMA.

Soy muy consciente de que Cibeles no es ni París, ni Milán, ni Londres ni Nueva York, pero es lo que hay y con todos sus defectos (que son bastantes) es una oportunidad única para vivir por unos días de verdad el mundo de la moda, y de conocer a alguna gente que vive por y para ella.

Estoy encantada de llegar con mi escapulario colgado del pecho, y entrar en esa Kaaba igual de negra y sin luz natural que la original en la que de forma inconsciente acabas dando vueltas y vueltas, y poder ayunar durante esos días en los que sólo a los elegidos se les permite comer (el resto nos conformamos con beber), de ver el purgatorio que es para algunos periodistas los días allí, mienras esperan que sus dioses (también conocidos como jefes) decidan que ya han penado bastante y pueden cubrir París o Milán. 

Hasta hago alguna incursión en esa sacristía conocida como backstage y al confesionario que preside el centro de las bambalinas, también llamado sala de maquillaje y peluquería en el que puedes ver por un momento a Iris Strubegger o a Antonio Navas, personas que por la calle muy pocos reconocerían pero que al verlos así de cerca a mi me provocan vuelcos al corazón. No diré que pasan desapercibidos porque siendo como ellos son es algo completamente imposible.
Incluso tengo la oportunidad de entrar en ese paraíso vetado a la mayoría de los mortales conocido como Drinking Kissing Room.

Por eso quiero dar las gracias a la organización de IFEMA, a los diseñadores que me han invitado, a la gente que me ha permitido entrar en todos los desfiles, aunque tuviese que sentarme en las escaleras porque estaban ya todos los sitios ocupados o incluso lo viese de pie entre los fotógrafos. Porque lo importante no es dónde estás tú. Es estar. Es tener la oportunidad.

Porque soy muy consciente de que soy una privilegiada a la que se le ha concedido una oportunidad que no tendrían porqué dármela ya que no soy nadie en este mundillo. No soy una compradora de unos grandes almacenes extranjeros que sí debe tener sitio. Ni tampoco trabajo en una publicación que publicará un reportaje que dará publicidad a la firma. Ni tengo una tienda multimarca en la que vender las prendas que más me gusten.
 
Sólo soy una simple bloguera a la que le fascina la moda y que sabe que eso no le da derecho a nada. Y espero que eso no se me olvide jamás.

miércoles, 23 de febrero de 2011

La que de verde se viste por guapa se tiene

Dos veces al año la industria de la moda peregrina a Milán para acudir a una feria llamada Milano Unica y a París a otra bautizada Première Vision. En esos dos lugares es dónde los fabricantes textiles presentan los tejidos que harán que surja la magia (cómo diría un cursi). 
Hay más ferias pero el que es alguien está presente en estas dos.

Porque el mundo de la moda funciona de forma similar al de la música en la que primero se encuentra la melodía y después la letra. 
Aquí lo primero es la tela y luego lo demás.
Por eso me resulta a veces gracioso leer que los diseñadores se han puesto de acuerdo con que tal o cual color sea el de la temporada. 

Salvo casos muy contados en los que el diseñador hace la tela a su medida, la mayoría se adapta a lo exista en el mercado. Y cada temporada tiene sus colores. El invierno siempre es gris, negro y marrón. Pero siempre se cuela otro que pone "la nota de color" (otra cursilada para el saco).

 De arriba a abajo y de izquierda a derecha a: DavidDelfín, Amaya Arzuaga, Kina Fernández y Juanjo Oliva

Y no hace falta ser un genio para saber cual fue el que "se coló" en las últimas ferias.


martes, 15 de febrero de 2011

Off Cibeles

Aunque parece que la moda española se reduce a lo que sucede en la autodenominada "cuarta pasarela del mundo", hay algunos irreductibles que como los galos de la aldea de Astérix resisten fuera de ese ecosistema llamado Cibelespacio y deciden presentar sus colecciones en otros lugares alejados de IFEMA.
 

Hay que tener en cuenta lo que esto supone: prescindir del equipo de maquilladores, el casting de modelos, la pasarela y todo lo que esto conlleva: luces, sonido, asientos,..., invitaciones, local, etcétera etcétera etcétera.

Pero también ese esfuerzo (económico sobre todo) permite mostrar tal y cómo el diseñador quiere su colección y su propuesta, ya sea en el Círculo de Bellas Artes (que mientras no lo hagan en la terraza no tengo nada que objetar), en una galería de arte o en una discoteca que reabre temporada como hizo Gori de Palma en la Sala Cool el pasado Septiembre en la que las copas y los wannabes de la "Generación Post Windsor" (Poppy Blasco ©) peleaban por ser los protagonistas dejando al desfile en un segundo plano absoluto.



Algunos diseñadores entran y salen del Off continuamente, otros no han salido nunca de él y otros lo usan como trampolín hacie IFEMA. Lo que está claro es que estos desfiles consiguen crear un poco de ambiente de moda en Madrid.



Los valientes que se han atrevido en esta ocasión (y sin que desfilar fuera suponga ningún sello ni garantía de calidad, ni lo contrario) son:

Alvarno (Círculo de Bellas Artes) y Gori de Palma (Hub Madrid) el miércoles 16. 
Miranda Makaroff para Lidia Delgado el jueves 17. 
Beba's Closet (Concepción Jerónima 22) el sábado 19 
Y Morante (Atocha 8) y María Lafuente (Círculo de Bellas Artes) el domingo 20.

viernes, 11 de febrero de 2011

Las bicicletas son el nuevo negro

Bill Cunningham es por derecho propio el protagonista del documental de moda de este 2011.




A sus 82 años y escondido tras su cámara y su chaqueta azul, lleva más de media vida fotografiando la forma de vestir de los habitantes de esa pasarela llamada Manhattan.


Pero su inicio como lo que hoy se conoce con la cursilada de "streetstyler" surge cuande en 1966 el dibujante Antonio Lopez lo invita a cenar con el fotógrafo David Montgomery, y este, meses después le regala una pequeña Olympus Pen-D y le dijo: "Úsala como un cuaderno de notas".
Empezó a hacerlo y desde principios de los 70 sus fotos se publican en para The New York Times. Sin embargo, la curiosidad que hizo que su sección se asentase fue cuando una mañana de diciembre de 1978, durante su labor de paparazzi estilístico, captó una imagen de Greta Garbo paseando.

Pero si hay algo que lo caracteriza tanto o más que su cámara o su chaqueta azul es su bicicleta.
Por alguna extraña idiosincrasia de país, España, que por su clima ha creado movimientos sociales tan novedosos como el "botellón", no ha conseguido que triunfe algo tan positivo sobre el papel como el desplazamiento en bicicleta.
Quizás el problema se encuentre en que la mayoría solo nos acordamos de ella en días como los de esta semana, en las que el "smog" ahoga a los habitantes de las grandes ciudades.
Pero la tendencia está ahí. Cada vez más ciudades con servicios de alquiler para turistas y vecinos de todo el año, más gente que aparca el coche y decide que además de hacer un poco de deporte también es un medio de transporte alternativo, barato y ecológico.

Si no viviese en una ciudad que parece el Angliru, hasta yo misma me animaba.

fotos 1 y 4 cortesía de Fernando Mañas chic too chic.

martes, 8 de febrero de 2011

Adivina, adivinanza


Todo el mundo sabe las reglas. Piruleta para el primer listo/a.

¡A jugar!

Solución: Está claro que esta vez fue muy fácil y la piruelta es para Raquel Gratis Total. ¡Felicidades!