Decía Pablo Picasso que él siempre intentaba que la inspiración lo encontrase trabajando. Y aunque existe, si no tiene un trabajo previo y un esfuerzo posterior para desarrollarlo probablemente esa idea genial que a veces ocurre nunca llegará a realizarse.
Por eso cuando me ofrecieron probar su nueva pluma y dar a conocer su nuevo producto las Parker 5th, a los cuatro inspiradores que son su imagen Hisayuki Takeuchi, Jennifer Neyt, Ambra Medda, y Wang Yuan (pulsando sobre los nombre puedes ver el vídeo de cada uno) y el concurso en el que se reparten 50 premios siendo uno de ellos un viaje valorado en 4.000 euros me decidí a participar, porque si hay algo en lo que confío y admiro es el trabajo duro.
Hace 30 años que sé leer. Empecé a hacerlo a los 3 y no he parado nunca. Leer y escribir siempre ha sido mi pasión. Soy de esas personas ligeramente (muy) fetichistas con el papel. Revistas y libros son objetos bellos y particularmente para mí, cuando tratan sobre moda.
Por eso, para alguien como yo, con tendencia a la introspección, la llegada de los blogs supuso una pequeña revolución al permitirme escribir sobre todas esas lecturas y al tiempo poder compartirlas con gente con los mismos intereses.
Cinco años después aquí sigo, leyendo y escribiendo. De forma virtual y a la manera antigua, cuidando no solo la ortografía y el lenguaje sino también la caligrafía. Y descubriendo a diario a gente que me inspira con su trabajo. Y espero que así sea por muchos años.
Hemos leídos cientos de artículos sobre cómo se crea una colección de alta costura, con sus correspondientes fotografías en color que ilustran las partes de ese laborioso y artesanal proceso. Incluso todo esto ha sido materia de reportajes e hasta sesudos documentales.
Pero yo personalmente no me canso. Esta parte de la costura es quizás la más evocadora, la más auténtica por ser quizás la más irreal, fantasiosa e inalcanzable. Porque los sueños son así, y la moda en ciertos aspectos puede serlo.
Este vídeo recoge todo esto en menos de cinco minutos: el pulso de Roma, el espíritu de los batas blancas y sus habilidosas manos, las pruebas ante los diseñadores, los nervios y los retoques en los momentos previos al desfile, todo el trabajo que los ojos expertos presentes en el desfile juzgaran en tan solo 10 minutos.
Una metáfora perfecta de la fugacidad de todo esto.
Pocas formas más baratas hay de viajar que ver cine. Aunque nunca hayamos puesto un pie en Nueva York podemos identificar decenas de edificios y algunos rincones que por amor a una película vista miles de veces puede que a los propios neoyorkinos les haya podido pasar desapercibidos.
Christopher Moloney, un periodista canadiense aficionado al cine y a la fotografía decidió crear un tumblr llamado FILMography mientras vivía en NY en el que combina ambas aficiones retratando fotogramas de películas en su localización creando una especie de realidad aumentada de lo más interesante y cinéfila.
Sleeveface, la versión melómana de este proyecto probablemente haya sido la fuente de inspiración . En este blog se recogen fotografías que crean ilusión de continuidad entre las portadas de LPs y las personas que los sujetan.
Estos dos blogs darían para un par de tratados de semiótica. Por lo menos.
Cuesta acostumbrarse a los cambios. Y que YSL pase a llamarse ahora Saint Laurent puede provocar un equívoco tan tonto como el que me pasó el otro día al buscar la última colección de Pilati para la firma en style.com por la letra Y y no encontrarla.
Ahora está en la S, en Saint Laurent.
Aunque para ser exactos el nombre no ha desaparecido. Según un comunicado enviado por la firma se mantiene ‘Yves Saint Laurent’ como nombre de la marca. ‘‘Saint Laurent Paris’ se utilizará para el logo pero para referirnos a las colecciones de pret-a-porter debemos decir únicamente ‘Saint Laurent. Además recuerdan que cuando la colección esté diseñada, fotografiada o bajo la supervisión de Slimane se ha de poner ‘Saint Laurent by Hedi Slimane’.
Pero yo había venido a hablar de Pilati. De su última colección, esa que
cierra ocho años de colecciones con un altísimo nivel y que puede ser
un buen resumen de sus influencias y estilo durante estos años: gusto
por la oscuridad, las mujeres poderosas que no suelen buscar siluetas
fluidas y aniñadas.
Esta colección está marcada por el cuero (uno de los tejidos estrella de la temporada) y el erotismo que desperende, por el protagonismo del patronaje para conseguir esos hombros que definen esa silueta de
influencias ochenteras, por las calas, que aparecen bordadas,
estampadas o en forma de complementos, y actúan como contrapeso femenino
y delicado, y por la cota de malla en prendas para la noche para continuar con ese doble juego de fragilidad y dureza que está presente en toda la colección.
Hay toques asiáticos que se verían en varias colecciones de la siguiente temporada, toques futurísticos en abrigos que recuerdan al de Neo en Matrix y también homenajes a la prenda estrella de la casa: el esmoquin.
Una colección pequeña, de tan solo 38 salidas, pero bien
equilibrada y mejor presentada que sin embargo quedó eclipsada por la noticia
del despido de Pilati y la contratación de Slimane.
Ahora solo toca esperar para ver el trabajo de Pilati para Zegna y desear que su debut sea mejor que el de Slimane en la marca cuyo nombre no estoy segura de decir adecuadamente a las normas de Hedi Slimane.
La búsqueda de las 3 B es el santo grial de cualquira a la hora de salir a comprar: bueno, bonito y barato. Por supuesto es casi una quimera.
Hay mil gráficos que explican cómo puedes tener dos de esas tres Bs y el resultado más habitual de las distintas combinaciones: lo bueno y bonito es difícil que sea barato, lo barato y bonito probablemente no sea bueno, y lo bueno y barato rara vez es bonito.
Pero también sabemos que es difícil desistir de esos tres conceptos quimera cuando buscamos algo. Y yo no soy una excepción.
Por eso hace unos días lancé en FB una pregunta al viento: "¿Alguien tiene localizado un bolso bueno, bonito y barato en piel negra que me pueda recomendar"? y Nuria Brussosa aprovechó la oportunidad para darme a conocer la marca familiar, que allá por los años 50 crearon sus tías y caí rendida.
Y otra vez gracias a las nuevas tecnologías, y que a pesar de tener su tienda en Barcelona hoy todos podemos disfrutar de sus bolsos y complementos tan solo a un golpe de click gracias a su tienda online, recién estrenada y que pone al alcance de cualquiera piezas de piel de una calidad, acabado y diseños estupendos, un deseo de sus clientas más fieles que llegaban a comprar vía mensajero y gracias al cual ahora están disponibles para cualquiera (de momento en Europa).
Así que las 3 B son posibles, y mejoran mucho cuando le añades otras dos: las de básico de Brusssosa. Yo ya formo parte del club.
Que internet ha supuesto una revolución absoluta para la moda no es ningún descubrimiento. Lo que no tengo tan claro es que en algunos casos esa revolución realmente haya sido positiva, principalmente para algunos consumidores que están completamente desinformados de las prácticas de trabajo de algunas marcas con esas nuevas prescriptoras que son las "egobloggers de moda".
Aquí lo fácil sería criticar a esas chicas que un día decidieron que ellas eran tan estilosas como la que más y que su estilo y su ropa merecía tener un lugar en el que mostrarlo. Algunas incluso lograron conseguir cierta fama y empezaron a recibir regalos, invitaciones y una pequeña popularidad que aunque discutible, tiene el valor inconfundible de la identificación de cualquier persona que se pone frente a la pantalla del ordenador y puede sentirse más o menos representada en esa normalidad real.
Para mi el verdadero tema y del que nadie habla porque a nadie le interesa es el que manejan las revistas, marcas y agencias de comunicación al "calor" de este fenómeno. Han creado una red de "egobloggers famosas" con las que promocionar cientos de productos ligándolos a la prescriptora popular de turno sin usar casi nunca el cartel de publicidad en el blog.
La lista es larga y no deja de crecer: Clara Alonso y Alba Galocha en Vogue; Caritina Goyanes, Teresa Baca, Mar Flores y Ana Antic (estilista en la sombra de Sara Carbonero) en Telva; Ariadne Artiles, Bimba Bosé y Laura Sánchez en Glamour, Patricia Conde, Adriana Abascal, Vanessa Romero, Susana Uribarri, Silvia Casas y María José Suárez (entre otras) en Hola; o Eva González, Raquel del Rosario, Vicky Martín Berrocal y Miriam Pérez en Elle capitaneadas por la reina de las EB famosas patrias: Paula Echevarría.
Entre todas forman un ejercito que tienen como único objetivo ganar mucho dinero haciendo que se agoten prendas, lacas de uñas o complementos mientras pretenden hacernos creer que viven en una perpetua imitación de Carrie Bradshow en una sucesión de fiestas, presentaciones y ganas de contárnoslo todo, eso sí con un lenguaje profundamente infantil en la mayoría de los casos, a nosotras, afortunadas mortales, para que comprándonos esas baratijas o la versión low cost de sus zapatos de firma podamos ser un poquito como ellas, e incluso nos atrevamos con esas cosas que nunca nos pondríamos y que al ver en una revista eres capaz de intelectualizar y decir "eso no es para mi" pero al vérselas a ellas tan monas (o no, porque algunos de esos estilismos son de fusilamiento) y tan falsamente accesibles creemos que nosotras podemos ser iguales.
Yo parto de la base, y mientras no me enseñen los tickets de compra no cambiaré de opinión, que todo lo que sale en esos blogs es regalado, prestado o simple "product placement" como la mesa del desayuno de Médico de Familia, pero no tengo claro que todo el que lo visite piense igual. Es más, me inclino a pensar que mucha gente piensa de buena fe que realmente ellas pagan de su bolsillo gran parte de lo que ahí se enseña, pero nadie piensa lo mismo cuando las ven en páginas claramente identificadas como publicidad hablando de las maravillas de un champú o lo bien que les sientan unos vaqueros. Y ahí está para mi la raiz del problema.
Y es que para enseñar el estilo de alguien famoso, que reconozco que si de verdad tiene interés yo soy la primera a la que le puede gustar, no hacen falta 500 fotos con poses absurdas y primeros planos de etiquetas estratégicamente situadas. Basta simplemente con secciones tan bien pensadas como "Today I'm Wearing" en Vogue UK en la que con una foto, dos si el look realmente lo merece, y un pequeño texto una celebridad nos enseñan su estilo durante un mes, tiempo más que suficiente para descubrir trucos, estilo y marcas.
Otro ejemplo del "Spain is different" y de la oportunidad perdida de hacer algo bueno para todos y no solamente para los bolsillo de los de siempre.
La relación de la moda y las revistas es algo casi natural. Por eso no resulta extraño que algunas marcas de moda hagan el proceso inverso y sean ellas mismas las que recorran el camino inverso y creen una propia. Hace algún tiempo comentábamos aquí la de Dolce & Gabbana. Ahora toca descubrir el ambicioso proyecto de otra marca italiana: Marni.
Bajo el título de Anticamera, son ya cuatro los número presentados. Con una periodicidad trimestral, está dirigida por Carolina Castiglioni y realizada por Marni_Lab también busca la colaboración puntual de artistas emergentes.
Ilustración, vídeoarte, fotografía, diseño de mobiliario, cómic... todo tiene cabida en esta revista y cada número presenta un formato completamente distinto al anterior, demostrando que la creatividad no tiene límites y que cualquier disciplina puede estar al servicio de una marca si se sabe utilizar correctamente, exponiendo
Algunos llaman blog a este proyecto. Creo que es mucho más. Es una forma de involucrar a la marca en actividades que crean contenidos interesantes, o por lo menos mucho más que uno en el que simplemente se suban las colecciones y campañas de la marca, que es lo que por desgracia hacen en la mayoría de los casos. Si existe, claro está.
Los cuatro números de Anticamera pueden disfrutarse pulsando aquí.
Hay inspiraciones recurrentes en el mundo de la moda y la de Japón es una de ellas. En parte por la belleza de sus elaborados kimonos, en parte por el exotismo que tiene el lejano oriente para el ojo occidental y en parte por ser uno de los mercados del lujo más importante del mundo.
Muchas son las marcas que cuando ven flojear sus libros de cuentas tiran de esta inspiración y hacer de este modo un guiño a los buenos clientes.
Miuccia lleva tiempo asentada en Japón y abriéndose hacia otros mercados asiáticos de forma decidida pero esta colección demuestra que cualquier musa puede pasar por su filtro y que no necesita ser literal con los tópicos para ser perfectamente reconocible y además así deja más clara su firma. Las flores se muestran pero no lo cubren todo, los kimonos se acortan, las Harajuku girl se equilibran con las Geishas, el origami no se convierte en la excusa para crear prendas excesivamente voluminosas o arquitectónicamente imposibles a las vez que es capaz de encontrar referencias en la ropa de los años 60 en los cortes de las minifaldas o el contraste del negro y el blanco.
Los zapatos son otra canción. Mucho más difícil, pero que acapararán todos los bodegones de las revistas de moda colocando el nombre de la marca en muchas más páginas que unos clásicos salones. El marketing es así.
Un ejercicio de maestría a la que nos tiene acostumbrados pero que en una temporada de desfiles tan anodina como la que estamos viviendo se agradece y mucho.
Es bastante sencillo encontrar un tumblr oficial de marcas norteamericanas. Con la semana de la moda inglesa ya es bastante más complicado. Pero algunos hay. Esperomos que en febrero el número haya aumentado. Por eso de momento solo hay tres. Como siempre, para disfrutarlos solo hay que pulsar la foto.
Proenza Schouler dice haber encontrado la inspiración para su último desfile en Tumblr. En ese eclecticismo de imágenes que acaba siendo el muro, resultado de seguir a gente que te interesa pero cuyos intereses son completamente distintos entre si, creando un caos con mucho sentido que puede ser tremendamente inspirador.
Aunque también resulta muy curioso que la marca esté presente en muchas redes sociales: Twitter, Facebook, Youtube, Pinterest, Instagram, ¡incluso Google+! y todavía no esté presente en esta rede social que a partir de ahora protagonizará los viernes en este blog, en una nueva sección que he ido probando en twitter con el título "el Tumblr del día" y que se recopilarán aquí, ya que creo que es una plataforma perfecta para recopilar imágenes, textos cortos, vídeos e incluso gifs animados que como bien dicen Jack McCollough y Lazaro Hernandez pueden proporcionar pequeños momentos de alegría.
Para inaugurar esta sección nada mejor que los de cinco marcas que han desfilado en la semana de la moda de Nueva York y que son referentes mundiales en el uso de Tumblr y de los que las marcas españolas podrían tomar ejemplo ya que su presencia en esta plataforma es ínfima. Simplemente pulsa la foto y descubre.
La moda recordará los primeros años del siglo XXI como los años de la revolución en internet: blogs, tiendas online, foros que diseccionan colecciones hasta la extenuación. Seguimos en ellos pero parece que se consolida otro nuevo fenómeno que observamos desde haca una temporada, los vídeos de moda. Cada campaña, cada lanzamiento, cada acto de la marca que merezca ser recordado estará acompañado de un vídeo que será subido a la cuenta de youtube de la marca y se distribuirá en pocos minutos por todo el mundo, generando más y más publicidad gratuita en resvistas de moda online, blogs o demás redes sociales a la marca de una forma bastante más económica que una inserción publicitaria .
Hoy todos somos parte de la industria y todos contribuimos en la medida de nuestras posiblidades. Mientras Balenciaga siga contando con Steven Meisel como director o Pat McGrath como maquilladora, me tendrá como altavoz gratuito, porque además me sirve de perfecta excusa para mostrar la que es para mí la colección resort más interesante de toda la temporada, un Balenciaga perfectamente reconocible pero mucho más relajado en sus códigos a veces complicados y poco comerciales de entrada.
El mundo de los perfumes se mueve también por modas. Aunque la última tendencia, como bien apuntaba Sergio Cabrera en su twitter, es la de apellidar "black" a las que antes lo hacían como "sport" algunas marcas se resisten a abandonar la inspiración deportiva a la hora de crear el imagionario del perfume, sobre todo en un año de Juegos Olímpicos y en el que Prada, la marca que ha lanzado un nuevo perfume masculino Luna Rossa, vestía a los regatistas olímpicos de Italia.
La vela y las regatas es una constante en Prada, que ya ha utilizado a
varios regatistas para sus campañas de gafas y ha patrocinado eventos
como la Copa América celebrada en Valencia y que allá por 2007 hizo del
Mercado Central de la ciudad un hervidero de famosos que peleaban por
pasar a la lista de VIP de verdad para poder saludar a Demi Moore y a su
por entonces marido Ashton Kutcher.
Luna Rossa es también el nombre del barco que bajo el
patrocino de Prada participa en la actual Copa América, una idea tan
sencilla como genial de aprovechar la repercusión del barco en medios de
comunicación que informen de los logros deportivos del barco a la vez
que se vincula de forma directa con el perfume y la marca.
El proyecto Luna Rossa, que se inició en el año 2000, puede seguirse a través de la web Luna Rossa Challenge.
En 2007 cuando abrí este chiringuito lo de tener un blog de moda era una rareza, una vía de escape de cuatro raros que necesitaban encontrar a alguien con quien comentar la última genialidad de McQueen, lo gagá que se volvía Karl Lagerfeld por momentos y la última portada de Vogue París.
Quién le iba a decir a Carine Roitfeld que ella acabaría convertida en una, muy del estilo 2012 eso sí. Su blog, o mejor dicho su tumblr, http://crfashionbook.com/ tiene como único objetivo la promoción de si misma y sus proyectos: su libro, su colaboración con MAC o curiosidades como que lleva 20 años utilizando Opium de YSL.
La última tendencia en las webs de las revistas de moda es contratar a una famosa (cada una en la medida de sus posibilidades presupuestarias y según la disponibilidad de celebrities de categoría que exista en el mercado dispuestas a este tipo de actividades) que a través de su blog nos enseña su maravillosa vida de lujo, fiestas y ropa de marca a la vez que te cuenta esos trucos de cosmética del mercadona que nunca le falla o su última compra en el imperio de Amancio porque alguien les dijo que eso las hace más cercanas.
Yo puestos a seguir a una EB famosa prefiero a Carine. Sin ninguna duda.
En España no había tradición de que un diseñador consgrado aceptase el puesto de director creativo en una marca cuyo diseñador había fallecido.
No sabemos si el caso de Font en DelPozo (ahora ya sin Jesús en todos los sentidos) será una curiosidad histórica o la vanguardia de algo que por estos lares no se estilaba pero que en realidad es la forma lógica de continuar con un negocio que funciona.
Lo que sí podemos asegurar que los archivos de la casa han contado poco. El primer desfile de Josep Font es muy coherente con el trabajo que realizó bajo su nombre, lo que se agradece y mucho porque es sin duda uno de los (pocos) grandes que hay en España y bebe del archivo más analizado, visto y reinterpretado de la historia, ese que hace tan solo dos meses nos preguntábamos como lo reflejaría Raf Simons en su primera colección para Dior. Font explora esa ruta, la de las chaquetas Bar, los vestidos de gasa ultrafemeninos, o la de los vestidos de novia que se inspiran en los años 50 y a la vez son tan actuales.
En una semana de la moda como la española, en la que acostumbramos a ver refritos de colecciones que ya están quemadas por las tiendas "low cost" es un lujo encontrar a alguien que sabe ver por donde van los tiros. Aunque estos tiros puede que no tengan demasiado mercado en España.
Debo empezar pidiendo perdón. Perdón porque voy a ser hereje con uno de los pocos dioses que existen: Aaron Sorkin. Perdón por no hablar (o hablar poco) de ropa, que es de lo que se supone que sé y lo que el insensato que entra por aquí espera encontrar. Perdón por empezar así un post.
Tras ver los diez capítulos de la primera temporada de The Newsroom tengo la sensación de haber visto una serie genial de ciencia ficción que retrata un tipo de periodismo que solo existe en las series de televisión idealistas y en la cabeza de algunos universitarios que ven series así.
Porque el periodismo que muestra no se acerca ni de lejos al que se practica en el mundo real, ese que lleva a un policía a un programa que parece dirigido por @masaenfurecida para que cuente en rigurosa exclusiva y en directo secretos de un sumario, salvo que en este caso no es como en la serie en el que la concesión al amarillismo se hace por un "bien mayor". Eso nunca existe.
Y a pesar de todo es la gran baza de la serie, esos pequeños grandes momentos de épica que la vida real no ofrece y que Sorkin tan bien sabe escribir. Eso y las maravillosas camisas de Mackenzie, los trajes de Sloan y el corte de pelo de ambas.
Porque en casi todo lo demás, la serie hace aguas: personajes que se suponen inteligentes y profesionales pero que se comportan a golpe de capricho o rabieta. Eso cuando te caen bien, porque hacía mucho tiempo que no sentía tanta antipatía por tantos personajes a la vez: becarias que se suponen pizpiretas y son más tontas perdidas, chicos encantadores que en realidad no llegan a pagafantas pardillos, y así con casi todos los personajes.
Las series con moralina me molestan especialmente por la condescendencia con la que suelen estar escritas. Sorkin solía salvar estas papeletas airosamente. Cualquier fan de El Ala Oeste puede corroborarlo. Pero lo que allí era encantador aquí es cargante, llegando a la altura de querer reírse de la obra culmen de la ciencia ficción televisiva de la última década, Sexo en Nueva York (porque si lo de Carrie era imposible, este periodismo y el funcionamiento de una cadena de noticias todavía lo es más), que parece ser el mayor bodrio de la historia de la televisión para algunos simplemente por tener un público mayoritariamente femenino y hablar de moda, eso que tanto miedo da a los que no entienden nada de ella.
En un ejercicio de incoherencia habitual en mí, veré devotamente la segunda temporada, esperando que se repitan momentos brillantes como la escena inicial de la serie y el maravilloso análisis de qué es y cómo funciona el Tea Party republicano, que es en mi opinión el mayor acierto de la serie y un ejemplo de lo que nunca veremos en un televisión de por aquí.
Y porque confío en Aaron Sorkin y sé que él puede hacerlo mucho mejor.
La ropa tiene mensaje.
Lo que nos ponemos para taparnos habla por nosotros mucho más de lo que algunos desinteresados por los trapos quieren creer. No voy a caer en el discurso del azul cerúleo porque está más sobado una barandilla pero el puño en alto y el lema ¡No pasarán! que una de las Pussy Riot se puso todos y cada uno para asisitir al juicio en el que se las condenó por incitar al odio religioso y en el que en realidad se ponía a prueba la existencia de verdad de la libertad de expresión.
Una camiseta que simboliza todo lo que ella no puede decir. Una camiseta que es ya un clásico, o debería serlo.
En un mundo en el que muy poca gente tiene la libertad de decir lo que realmente piensa y en el que todavía hay gente que se juega la vida haciéndolo, lo menos que se puede hacer en este pequeño rincón es decir #freePussyRiot.
Es bastante habitual que en los últimos tiempos algunas marcas de
ropa decidan que la mejor forma de introducirse en el complicado mundo
de la moda sea de la mano de un nombre popular, pero no
del modo en que casi todas suelen hacerlo, que es vinculando la marca a
la imagen de la celebridad a través de la publicidad, sino convirtiendo
directamente al famoso en parte del proyecto, muchas veces incluso diciendo que es el diseñador.
Casi siempre que los famosos aceptan este tipo de proyectos suelen
estar vinculados a proyectos humanitarios o relacionados con alguna
causa social. Por eso cuando se anunció el lanzamiento de una marca
sudafricana vinculada a Nelson Mandela llamada “46664”
(este era su número de preso durante los años que permaneció
encarcelado) no resultó del todo extraño. Ya había sido utilizado en
otras ocasiones, como fue el caso de la línea de joyería lanzada en
colaboración con Montblanc y Louis Vuitton en 2008 y cuyos beneficios iban destinados a la lucha contra el sida.
Por eso no sorprendió que una marca se lanzase con una filosofía inspirada en el respeto a la diversidad que siempre ha defendido Mandela, además buscaba apoyar el sector textil de Sudáfrica y pretendía debutar este septiembre en la Semana de la Moda de Nueva York.
Pero la fundación Mandela ha negado cualquier relación; parece que el
asunto se va a convertir en una lucha por los derechos de uso de una
marca registrada. Y es que está claro que un nombre famoso pone a
cualquier empresa bajo el radar y esta marca no hubiese tenido esta
repercusión si no hubiese aprovechado la fama de Mandela. Aunque esta
nunca es la manera.
Un simple hashtag en una foto en Instagram puede hacerte ganar un viaje a Roma. Parece mentira pero no lo lo es.
Valentino con su último perfume "Valentina" pretende captar el pulso de la noche romana, esa que tan bien retrató Fellini en sus películas, y organiza un concurso fotográfico cuyo premio es un fin de semana en Roma con el que poder recrear una de esas noches fellinianas que han inspirado la campaña protagonizada por Freja Beha y creada por el maravilloso David Sims y el director del spot televisivo Johan Renck.
Para participar en este concurso solo necesitas tener una cuenta en Instagram, subir una foto original (o de la que tengas los derechos) mostrando qué es para ti el "espíritu Valentina" y etiquetar la foto con el hashtag #Myvalentinanights.
Tienes de plazo hasta el 31 de agosto, fecha en la que un jurado de bloggers internacionales, entre las que me encuentro, decidirá el ganador.
Una de las profesiones más interesantes dentro de la industria de la moda es la de “coolhunter”
o cazador de tendencias. Su trabajo consiste en identificar cuales
serán las propuestas que triunfarán en la calle entre las diferentes
opciones estéticas que surgen de los “creadores de tendencias”,
habitualmente jóvenes de ciudades como Tokio o Nueva York que se apartan
de la moda convencional para crear un estilo propio y diferente a
todos los demás.
Y si Madonna no hubiese sido la Reina del Pop,
probablemente se estaría ganando la vida con esa profesión ya que muy
poca gente puede presumir de tener la misma visión estética y la
capacidad de adelantarse a las modas, así como abandonarlas en el
momento oportuno, como ella.
Analizar su carrera es realizar un repaso de lo mejor de la moda de los últimos 30 años: Jean Paul Gaultier
será recordado por los corsés cónicos creados para el Blonde Ambition
Tour, que ha vuelto a recrear en MDNA, su última gira, y fue el autor
de todo el vestuario del Confessions Tour, un honor que hasta ese
momento solo habían tenido Dolce & Gabanna al crear todo el vestuario de The Girlie Show. Theyskens
fue el complemento perfecto al look gótico que creó para el cambio de
sonido que dio su música con el lanzamiento de “Ray of light”. Ricardo Tisci
diseñó su vestuario para el espectáculo de la Superbowl de este año y
también el de uno de los bloques de la gira Sticky & Sweet una capa
negra con el interior en rosa fucsia y un vestido negro con collares de
colores flúor y unas botas de tacón hasta la mitad del muslo, un look
que se descubría tras un vídeo de transición inspirado en el “Trembled
Blossoms” de Prada. Jeremy Scott, Alexander Wan, Dsquared, Tom Ford…
La lista de diseñadores que ha desfilado sobre un concierto de
Madonna es abrumadora, pero si el repaso es a toda su carrera,
incluyendo vídeos y actuaciones en televisión, es en realidad un
perfecto resumen al olimpo de la moda: Galliano,Vionnet, Chanel,…
y como muchas de estas marcas no solo se limitan a vestirla, sino que
la convierten en su imagen en campañas publicitarias como hicieron
Dolce & Gabbana, Versace o Louis Vuitton, ya que una de las
principales virtudes de Madonna ha sido la de ser capaz de reinventarse
estéticamente en cada lanzamiento de un disco sin dejar de ser ella
nunca ni disfrazarse, y no perdiendo nunca su autenticidad.
Pero su estrecha relación con la moda no se limita únicamente a la ropa: su amistad con Steven Meisel o Steven Klein, sus vídeos con Mondino o Weber, las portadas de discos fotografiadas por Testino o Mert Alas & Marcus Piggott, o la búsqueda constante de inspiración en clásicos como Guy Bourdin (el vídeo de Hollywood le supuso un pleito con sus herederos por plagio) o el homenaje a las imágenes más icónicas de Horst P. Horst en el vídeo de Vogue dirigido por David Fincher (El corsé Mainbocher, El masaje de cara de Carmen o Lisa con el turbante) demuestran su profundo conocimiento en todos y cada uno de los aspectos de la moda.
Los ochenta podrían definirse estéticamente con una foto de su etapa Buscando a Susan desesperadamente. Los noventa están resumidos en algunos planos del vídeo de Secret del disco Bedtime Stories. Y el inicio del siglo XXI y todo lo que marcó esta primera década con el escándalo del lanzamiento del American Life.
Ser moderno no es ponerse lo que dictan las revistas, es conseguir
ser la inspiración de estas y en eso a Madonna no hay quien le gane.
Parece que nada dice igual de bien "Verano+chic" que "El talento de Mr. Ripley". No hay año que alguna campaña o editorial nos traiga ecos de algunas de las dos películas que han retratado magistralmente la primera novela de Patricia Highsmith de la serie de 5 libros sobre Ripley que la componen, y que no me cansaré nunca de recomendar.
Pero si en 2009 ya me parecía un aburrimento, no os quiero decir lo que me parece en 2012. Pero a Massimo Dutti le ha parecido una idea buenísima. Los tópicos en general no lo suelen ser. Es el recurso fácil cuando no tienes nada de interés que decir. Recurrir al cine para construir una campaña es ya de por si un cliché ya que te evita el "trabajo" de contruir una imagen propia y puedes aprovecharte de las sensaciones y recuerdos que habitan en la mente del espectador y utilizarlos en tu propio favor. Pero si además utilizas el mismo referente que cientos de marcas cada temporada en realidad corres el riesgo de pasar absolutamente desapercibido ya que es imposible diferenciar una marca de otra porque lo único que queda es Tom Ripley y Dickie Greenleaf.
Al final todo es cine y probablemente estamos viviendo en un perpetuo Día de la Marmota. Quizás "Atrapado en el tiempo" sería una buena idea para una campaña de invierno. Puestos a utilizar películas como referente una novedad no estaría mal...
Un millón de flores no se colocan solas y es una verdadera bellaza ver cómo fue el proceso. Dior echaba la casa por la ventana, o metía el jardín a través de ellas, para el debut de su nuevo director creativo, y nos lo enseña a través de este vídeo, que se une a la entrevista, la retransimisión en streaming (aunque con algunos fallos) y el tuiteo a tiempo real del desfile. Hay que adaptarse a los nuevos tiempo y generar contenidos para las redes sociales y evitar que se deje de hablar de uno.
Yo me uno a la causa. Pero es que con Dior soy débil.
En ocasiones las fotos son muy traicioneras. No conozco a Ricardo Tisci ni a Carine Roitfeld y no puedo aventurar qué es lo pasa por sus cabezas. Pero tampoco puedo dejar de pensar que alguna gente parece ser la viva imagen de ese refrán que dice "la cara es el espejo del alma" y hacen bueno el otro que de "más vale una imagen que mil palabras" y puede que la foto no refleje más que un instante pero juraría que no les ha entusiasmado lo que han visto.