lunes, 24 de octubre de 2011

Online is the new black

Páginas web dedicadas a las tendencias hay miles. Páginas de marcas de ropa cientos. Revistas online que combinen ambas cosas... existen, y Swide es una de ellas.


Swiede es una revista digital que trata moda, consejos de belleza, famosos, música, viajes, teconolgía curiosidades,... como cualquier otra salvo que aquí está todo al servicio de Dolce & Gabbana, y cuya filosofía es el título del post de hoy.

Quizás este es el futuro: Crear contenidos, compartirlo y nada mejor que hacerlo desde un medio perfectamente controlado que permite llegar a cientos de personas interesadas en cientos de cosas. Una estrategia en mi opinión que puede dar muy buenos frutos si se consigue que el contenido esté al nivel del continente, cosa que por desgracia no abunda demasiado.

Un ejemplo de lo diversas que pueden ser estas colaboraciones es el vídeo musical de una de las nuevas sensaciones musicales del mundo del moderneo y que no deja de sonar en mi iPod: Florrie, que en el vídeo de I Took A Little Something, dirigido por Justin Wu, además de mostrarnos un montón de tópicos parisinos va vestida de  Dolce & Gabbana.



Algo que parece que se ha convertido en marca de la casa como puede verse en en su siguiente vídeo en el que vuelve a confiar a los italianos su vestuario.



Con proyectos y apuestas así también se construye imagen de marca y es una muy buena forma de dar a conocer aspectos que rodean al mundo de la moda y que a veces quedan en segunda o tercer plano y que dependen de la voluntad de los medios "tradicionales", en los que casi se podría ya incluir a los blogs, que son los que deciden si publican o no las cientos de notas de prensa con todas las acciones, fiestas, lanzamientos o famosos que lucen sus prendas prestadas en alfombras rojas o incluso alguna que ha sacado el monedero y ha pagado por ella.

¿Veremos a alguna marca española de moda haciendo algo así? Algunas marcas de otros sectores ya lo están haciendo y algunas bastante bien.

viernes, 21 de octubre de 2011

Absolut 2 - JANDRO VILLA ‘Happening A GRANEL’

La moda desde siempre ha mirado hacia el mundo del arte como fuente de inspiración. El cine, la pintura, la música o la arquitectura son en muchas ocasiones el punto de partida que toman algunos diseñadores para crear sus colecciones.
Pero esta relación también puede tomar el camino inverso y conseguir que la ropa entre en los museos a través de proyectos tan interesantes como el que presentará el 3 de noviembre Jandro Villa, último  Premio Nacional a la Moda para Jóvenes Diseñadores, en la Fundación Eugenio Granell en Santiago de Compostela.
JANDRO VILLA ‘Happening A GRANEL’ | Absolut Mode Society
Boceto realizado por el propio diseñador. Cortesía de Jandro Villa.
Villa, que además de estudios de diseño es también licenciado en Bellas Artes, es el diseñador ideal para la puesta en marcha de este proyecto que lleva por título  “JANDRO VILLA, ‘Happening A GRANEL’, una vivencia colectiva” en la que se homenajeará al último de los surrealistas españoles  con una perfomance en la que personas de la calle de todas las edades se vestirán con las piezas creadas por Villa. Todas en blanco, pasarán a convertirse en parte de la obra de Granell en un juego que se propondrá a los visitantes que esa noche visiten la Fundación, que para ese día cambiará su aspecto habitual.
No desvelaré más para que los que tengan la suerte de estar presentes  no pierdan el encanto de la sorpresa pero promete ser todo un guiño a la forma que tenían los surrealistas de entender el mundo y una prueba de cómo todavía es posible innovar tanto en el campo de la moda como en el del arte.

miércoles, 19 de octubre de 2011

El estilo invisible

Una ola retro recorre las televisiones. Gracias al arrollador éxito de Mad Men y su prácticamente perfecta recreación de los años 60 (aunque algunos detalles no la cumplan), los proyectos directamente inspirados en ella como Pan Am o The Hour han podido ver la luz, así como los que se ambientan en otras épocas como la Gran Depresión como es el caso de Mildred Pierce,  y cuyos personajes parecen ir todos vestidos con la última colección de Miu Miu, o Downton Abbey que inicia su trama el día que se hunde el Titanic y que en su segunda temporada se sitúa en la Primera Guerra Mundial.

Pero también hay series que cuentan historias que ocurren ahora y con una dosis de actualidad y realismo tan estupendas que merecen también atención, como es el caso de The Good Wife.
Esta serie de la CBS (sí, también hay vida fuera de la HBO y otros canales de pago) parte de una pregunta que todos nos hemos hecho alguna vez cuando estalla uno de esos escándalos tan típicamente americanos que cada cierto tiempo salta a los medios de comunicación: un candidato que tras tener una aventura fuera del matrimonio debe retirarse de la campaña o abandonar el cargo que ocupa, y lo anuncia en una rueda de prensa multitudinaria en la que comparece junto a su mujer que escucha toda la historia de arrepentimiento con cara de circunstancias. Esa pregunta es: ¿Y esa mujer qué hará después?
Ese después es la historia de Alicia Florrick, una abogada que tras  15 años como "esposa de" tiene que volver a trabajar. 

Quizás con la única excepción de Ally McBeall, que a mediados de los 90 llegó a crear un estilo de traje de chaqueta que muchas "JASP", qué tiempos aquellos, adoptaron como uniforme y en el que las minifaldas tenían todo el protagonismo, este tipo de series solían pasar sin pena ni gloria en cuanto a estilismos se refiere pero una de las grandes bazas de esta serie es lo perfectamente definidos que están los personajes a través de su ropa.

No se viste igual un jefe joven pero jefe al fin y al cabo, que un abogado novato. Y a simple vista, solo fijándote en el ancho de la corbata y el tipo de nudo que utiliza o en el tamaño de las solapas sabemos cual es cual.
Antes y después de Alan Cumming

Cada personaje tiene un estilo propio que le da más fuerza porque no lo ves disfrazado en ningún momento. Los adolescentes visten como tal (y además los actores que los interpretan tienen la misma edad que su personajes, no como en otras series que supuestamente son icono de moda), las mujeres misteriosas usan cazadoras de cuero, minifaldas y botas de tacón alto y no queda impostado.
Y las abogadas que ganan juicios de millónes de dólares en beneficios visten de Dior, Max Mara, Diane von Furstenberg, Armani, Calvin Klein, Lanvin, y un etcétera infinito que pasa desapercibido a los ojos de la mayaría de los espectadores pero que cualquiera puede consultar en la página web de la serie porque el estilista, Daniel Lawson, responde semanalmente a las preguntas que los fans hacen sobre las prendas que más les llaman la atención y a la que yo estoy completamente enganchada (también hay una página dedicada a la decoración).
Es interesantísimo ver como el estilista explica y justifica cada prenda, como consigue que el armario del personaje evolucione con él. Aunque para mi, lo mejor de todo es seguir la serie y darte cuenta que todo eso está ahí pero que cuando estás viendo un capítulo nada tapa la historia porque está hecho de un  modo tan perfecto que parece que no podría ser de otra forma, y es que al final si la forma es más importante que el fondo la cosa no tiene demasiado futuro.

jueves, 13 de octubre de 2011

Inspiraciones


La inspiración puede aparecer en cualquier lugar. 

Van Noten para su última colección la encontró en el Festival of Hyeres de 2010, al que acudió como Presidente del Jurado, al descubrir la serie de fotografías de James Reeve titulada "Lightscapes" y que utilizó para crear los estampados únicos (junto con imágenes de libros de botánica del siglo XVII) y en su visita a la exposición sobre Balenciaga que organizó el Instituto Reina Sofía de Nueva York.

 


Bajo el título de "Balenciaga: the spanish master", la exposición cuyo comisario fue Hamish Bowles, exploraba la profunda relación que las prendas de Balenciaga mantenían con su país de origen y  en la que se podía ver que su inspiración no se limitaba a los clásicos del toreo y el flamenco, sino que iba mucho más allá y estaba presente la religión, los trajes de la vírgenes, los clásicos de la pintura como Zurbarán, Goya o Sorolla entre otros, los trajes de la realeza a través de la historia o los propios trajes regionales.


Esta combinación de inspiraciones tan dispares de entrada da como resultado la que es para mi la colección más interesante para el próximo verano, en la que piezas tan difíciles de entrada como la torera o los volantes que recorren toda una prenda pueden a la vez ser audaces al reinterpretar como se puede ver en  las de  imagenes inferiores las propias fotografías, que emergen de la tela con piezas de cristal de Swarovski, recreando también de este modo las ventanas iluminadas que retrata Reeve en sus fotos.


Van Noten recupera el espíritu de Balenciaga a través de sus volúmenes y en la forma de patronar sus prendas, consiguiendo algo que de entrada es casi imposible: que siluetas de hace más de 50 años resulten absolutamente contemporáneas y no se vean únicamente como piezas para pasarela. Porque la mayor virtud de Dries es que todas y cada una de las salidas de sus desfiles son absolutamente comerciales y ponibles.

Me resulta curioso ver como las exposiciones de moda influyen en las colecciones de los diseñadores actuales. No hay más que ver las de Gucci tras la retrospectiva de YSL en París, o la cantidad de referencias a Balenciaga y a los tópicos españoles que se han visto en los desfiles para la próxima primavera/verano en marcas tan dispares como Moschino o Balmain. Incluso el propio Nicolas Ghesquière ha vuelto a poner la vista sobre los archivos de la firma y recupera clásicos de la marca tras varias temporadas completamente alejado de ellos.

Quizás ya esté todo inventado y a la moda solo le quede recurrir una y otra vez al retrovisor, reinterpretando una y otra vez décadas pasadas con giros que la actualizan para traerla al presente en el mejor de los casos, cosa que por desgracia no siempre ocurre. 

lunes, 3 de octubre de 2011

Absolut Fashion

Cualquier licenciado en publicidad (un grupo de gente extraña entre la que me encuentro, pero es que cada uno tiene sus taras), en algún momento de la carrera ha hecho un trabajo o ha tenido que estudiar alguna de las maravillosas campañas que Absolut ha creado, ya que siempre han estado a la vanguardia de todos los movimientos artísiticos y sociales y han sabido reflejarlos como nadie en sus campañas convirtiéndose así en un referente del trabajo bien hecho al apostar por la creatividad puesta al servicio del producto.

Hoy y con motivo de mi estreno en "Absolut Secret Society", me parece que esta maravillosa campaña de 1995 fotografiada por Helmut Newton y con Kristen Mcmenamy explica a la perfección porqué los aficionados a la moda también tenemos debilidad por la marca, que lleva desde 1987 implicada con el mundo de la moda como se puede comprobar en su página web.

Y es que hay marcas por las que no se puede evitar tener debilidad y hoy estáis descubriendo porqué esta es una de las mías.

Absolut 1 - Lee Miller

Probablemente entre los aficionados a la moda, y entre el público en general,  Lee Miller sea menos conocida por su nombre que por uno de sus autorretratos, un hermoso primer plano fechado en 1932 que tenía como objeto mostrar una novedad mundial en el campo de los complementos: la primera diadema de plástico. Quizás algunos puedan identificarla como una de las amantes de Picasso o Man Ray, ya que junto a él desarrolló la técnica fotográfica conocida como solarización y exploró la fotografía surrealista, pero Miller fue muchísimo más que eso.
Lee Miller | Absolut Mode Society
AUTORRETRATO, 1932. © Lee Miller Archives, Inglaterra 2008. Fuente: Liberation.fr

En realidad fue una avanzada a su tiempo en casi todos los aspectos de su vida. Descubierta por casualidad como modelo en 1927 por Condé Nast cuando la salvó de morir atropellada en las calles de Nueva York, llegó a la portada de Vogue ese mismo año. Pero pronto abandonó su carrera de modelo para convertirse en redactora de moda. El problema es que era una desorganizada y no cumplía los plazos de entrega por lo que Vogue dicidió aprovechar su talento convirtiéndola en investigadora e historiadora de moda, haciéndola visitar cientos de museos. Lo que hoy se llamaría “coolhunter”.
Todos estos trabajos la llevaron a convertirse en fotógrafa, afición que cultivaba desde niña y que la convirtió en una de las pioneras de lo que hoy llamamos fotoperiodismo, en parte gracias a sus reportajes que publicó en Vogue  sobre la vida de las mujeres durante la II Guerra Mundial y que son uno de los mejores y más duros testimonios de esa época con fotografías a la vez poéticas y desgarradoras.
Y es que el de Miller es uno de los mejores ejemplos de la cantidad de genios que son prácticamente desconocidas por el gran público y que merecen ser descubiertas y admiradas.