Probablemente entre los aficionados a la moda, y entre el público en general, Lee Miller sea menos conocida por su nombre que por uno de sus autorretratos, un
hermoso primer plano fechado en 1932 que tenía como objeto mostrar una
novedad mundial en el campo de los complementos: la primera diadema de
plástico. Quizás algunos puedan identificarla como una de las amantes de
Picasso o Man Ray, ya que junto a él desarrolló la técnica fotográfica
conocida como solarización y exploró la fotografía surrealista, pero
Miller fue muchísimo más que eso.

AUTORRETRATO, 1932. © Lee Miller Archives, Inglaterra 2008. Fuente: Liberation.fr
Todos estos trabajos la llevaron a convertirse en fotógrafa, afición que cultivaba desde niña y que la convirtió en una de las pioneras de lo que hoy llamamos fotoperiodismo, en parte gracias a sus reportajes que publicó en Vogue sobre la vida de las mujeres durante la II Guerra Mundial y que son uno de los mejores y más duros testimonios de esa época con fotografías a la vez poéticas y desgarradoras.
Y es que el de Miller es uno de los mejores ejemplos de la cantidad de genios que son prácticamente desconocidas por el gran público y que merecen ser descubiertas y admiradas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario