De cómo internet no iba...

y la que acabó yendo fui yo.

Aunque este post también podría titularse "El camino hasta Viana do Castelo".

Porque ese es el lugar donde a las ocho y pico de la tarde conseguí las entradas para ver a Madonna después de estar peleándome con varias páginas de ventas de entradas, aburrir con llamadas a Pilgrim, a Sabela y a todo aquel que me quiso oir, porque durante el sábado era una mujer con un objetivo. Este:

Así que sobre las siete de la tarde, hartita de que ninguna página quisiese aceptar mi Visa (que tenía fondos, malpensados), empecé a llamar por teléfono cómo una loca a los sitios dónde decían que vendían físicamente las entradas y cuando conseguí localizar a una señorita que me dijo que en su tienda las vendían y que estaban abiertos hasta las 11 de la noche (hora local, las 12 de aquí), llamé a Rafis para ver si me hacía compañía hasta Viana, y cómo es un sol se unió a la expedición "Buscando las entradas desesperadamente".

Así que con Amy Winehouse en el CD y la autopista para nosotros, en una hora estabamos en la tienda Worten donde una amable señorita nos vende las entradas (las mías y las de el artista multidisciplinar y el señor Pilgrim).

Después de la compra, nos damos una vueltecilla por el Centro Comercial en cuestión (que era bastante cutrecillo por cierto y olía a pescado), cenamos un bocata después de comentar la tan portuguesa afición a las sopas, y ponemos camino de vuelta a casa porque yo tenía planes para la noche del sábado.

Aunque esa ya es otra historia.

Edito:


Nos ha dejado YSL. Hoy todos estamos de luto.