martes, 31 de mayo de 2011

Tenemos chico nuevo en la Alta Costura

Pocas cosas hay más más injusta con un diseñador joven que colgarle el sambenito de "el nuevo Fulanito", porque supone vincular su carrera a la de un genio que probablemente ya lo hizo todo, y bien, en el mundo de la moda y en este momento se encuentra retirado o criando malvas.

Y con Giambattista Valli esta injusticia se ha cumplido desde el minuto uno bautizándolo como el "nuevo Valentino" (desde aquí le mando un saludo al Señor Naranja del que soy rendida admiradora). Porque a pesar de tener muchos aspectos en común y ser probablemente mucho mejor sucesor de su estilo que Piccioli y Chiuri, Valli es mucho más.

El salto a la fama se produce cuando en 1997 es elegido el sucesor de Ungaro, llegando a controlar abslutamente todas las líneas de diseño (incluidas las de decoración) que abandona en 2004 para crear su propia marca aunque no abandona las colaboraciones y es co-director creativo de Iceberg durante varias temporadas.

Por suerte para él, desde el primer momento "celebrities" de todo pelaje se convierten en clientas de su firma, siendo la abeja reina de ese panal, Victoria Beckham una de sus máximas propagandistas, pasando su nombre de ser conocido entre la gente del mundillo y eterno candidato a sucesor de Valentino a tener presencia propia tanto en las revistas como en las alfombras rojas.

Su gusto por la mujer hiperfemenina hace que su estilo esté fuertemente anclado en las siluetas del new look de los 50 y en el trabajo casi artesanal de sus patrones, por lo que su salto a la Alta Costura, que veremos a partir del 4 de julio, parece algo completamente lógico en su evolución.

Para finalizar dos notas curiosas: 

1. Soy muy fans de que Valli lleve siempre y en todo lugar un collar de perlas cual Vilma Picapiedra. 

2. En España su nombre saltó a la fama (relativamente) gracias a que Naty Abascal lo eligió como diseñador del vestido de novia de su nuera, Laura Vecino, y de la que en aquel momento era la ex novia de su otro hijo, Alejandra Rojas, y así de este modo hacerlo conocido ya que acababa de firmar contrato con una empresa de vestidos de novias con la que la Naty tiene contrato de representación. Mientras, la novia de su hijo pequeño iba de los Valentinos chungos, mientras ella consiguió un diseño exclusivo del único Valentino de verdad. Toda una declarción de intenciones.

miércoles, 4 de mayo de 2011

De León para el mundo

En la última edición de Cibeles había un nombre que se repetía prácticamete todas las jornadas, y siempre para recibir comentarios elogiosos, ya fuese en uno de los pasillos del backstage al ser preguntada la orgullosa usuaria de una de sus prendas (no dejéis de pulsar el link) o en las gradas de la pasarela al leer su nombre en la nota de prensa previa al desfile: Santiago del Palacio.


Duyos, Ion Fiz o los Alvarno contaron con este peletero que poco a poco va pasando de ser un desconocido apreciado por los más importantes (lleva años trabajando con Carmen March o Lemoniez entre otros) para pasar a ser por si mismo un pequeño gran secreto.

Hace 50 años sus padres fundaron en León "Balta", un negocio de joyería, dirigido por su padre, y una peletería de la que se encargó su madre, Conchita Baquedano, que todavía hoy sigue muy presente en el negocio y acompaña a Santiago a las ferias ya que sigue siendo toda una institución en el sector, y que según él mismo Santiago del Palacio confiesa es una de sus principales inspiraciones a la hora de diseñar, junto con la búsqueda de la sencillez y la comodidad y la elegancia que para él tiene la mujer italiana (y que observó durante sus años de estudio de moda en Milán), todo sin perder de vista las tendencias de la moda en cada momento.



Si algo caracteriza las creaciones de este peletero es el perfecto equilibrio entre el clasicismo y la modernidad que él explora a través de nuevas técnicas de trabajar las pieles, haciendo que resulten ligeras, con tintes muy originales por el uso del color (combinaciones de colores, su magistral uso del degradado con el que crea piezas que crecen al verlas en 360º...) o combinándolas con otros materiales como cashmere o paño, innovando con cierres de imanes o cuidando hasta el último detalle los forros de seda con estampados originales (que para el desfile utilizó en vestidos y blusas como se puede ver en la  foto 2) o la chapa que incluyen las prendas en el hombro con el logo de la marca.
Y es que es plenamente consciente de que una prenda de este tipo siempre tiene algo de capricho y cómo tal debe ser cuidado.


En noviembre del año pasado hizo su primer desfile como tal en Madrid con una puesta de escena de lujo en la embajada italiana para presentar su colección para 2011, titulada "A Victoria", que trata de recuperar el esplendor de los 50 y los 70 en una mujer femenina, independiente y sofisticada y que se verá en editoriales y revistas este próximo invierno pero que ya estaba a disposición de las clientas en su tienda de León y en el showroom que montan cada año en Madrid nada más terminar el desfile para atender a las fieles que buscan sus diseños en la capital, dándoles así la oportunidad de llevar algo completamente exclusivo y que no podrán encontrar en ningún otro lugar, ya que su principal máxima es la atención a la clienta.
 

En su tienda, qué es además taller, realizan todo el proceso creativo: desde los primeros figurines que guarda archivados por años (y que tuve el privilegio de ver en mi vista y charla con Santiago) y que son la inspiración para los forros de las prendas y con los que también hará pañuelos en la próxima temporada, hasta el corte de las piezas, cosido, restauración y venta de las prendas.
Al controlar todo el proceso consigue asegurarse el más alto nivel de calidad y que todo se realizará según su criterio y gusto.

Y es que en detalles así está quizás el verdadero lujo, en marcar la diferencia con los demás y en eso Santiago del Palacio lleva mucho camino adelantado.